El verano ya está aquí, y con ello las altas temperaturas que nos pueden pasar factura. Pero no solo a nosotros, también a los animales.
Y por eso vamos ha hablar sobre la deshidratación y el golpe de calor en los caballos, dos grandes consecuencias por las altas temperaturas que se producen ahora en el verano.
Empecemos con definir estas afecciones.
La deshidratación: Es causada por la pérdida excesiva de líquido en el cuerpo. Ocurre cuando se pierde más líquidos de los que se ingieren y el cuerpo no tiene suficientes líquidos para funcionar correctamente.
Hay que tener en cuenta que las células y órganos dependen del agua. Sin ella, el cuerpo no puede funcionar adecuadamente.
El agua presente en el cuerpo cumple muchas funciones:
Transporta nutrientes y oxígeno.
Controla la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Regula la temperatura corporal.
Lubrica las articulaciones.
Protege los órganos y los tejidos, incluidos los ojos, los oídos y el corazón.
Crea saliva.
Elimina desechos y toxinas.
Por eso el cuerpo tiene que estar bien hidratado.
El golpe de calor: Es un trastorno o afección ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. Y requiere tratamiento de urgencia.
El golpe de calor sin tratar, puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
CÓMO AFECTA EN LOS CABALLOS:

Deshidratación
El caballo es uno de los animales con mayor capacidad para enfriar su organismo. Y la manera en que su cuerpo lo hace es a través del sudor. Por eso el caballo suda con facilidad, de esta forma ha sido dotado para tener la capacidad de bajar su temperatura con eficacia cuando trabaja. Considerándolo así como uno de los animales con mayor capacidad para enfriar su organismo.
Además no solo disminuye el calor de su organismo mediante el sudor, sino también al acelerar la respiración. Algo que hacen de forma instintiva. En ambos casos, tanto una respiración acelerada como el sudor favorecen la deshidratación del caballo. Por eso hay que tener en cuenta que cuando suda, pierde sales y minerales, por lo tanto, cuando hace calor y humedad, su sistema de control de temperatura puede verse perjudicado.
En el caso del sudor, en los equinos hay que apuntar que es hipertónico. Es decir, contiene una mayor concentración de sales naturales que los propios fluidos corporales. Por lo que hay que tener en cuenta que cuando el caballo suda a causa del ejercicio o el calor está perdiendo una gran cantidad de electrolitos de forma muy rápida.
CÓMO DETECTAR SI EL CABALLO ESTÁ DESHIDRATADO
Orina oscura: Si el equino no orina durante mucho tiempo o cuando lo hace tiene un aspecto especialmente oscuro.
Aspecto de las membranas mucosas: Si están congestionadas y tienen un aspecto rojizo.
Desorientación: Si el caballo se muestra desorientado, apático por su entorno o mareado, llama al veterinario.
Falta de apetito: Si el animal no quiere comer ni beber.
Muestra de sangre: Tomada por el veterinario le permite saber cuál es el nivel de proteínas y glóbulos rojos en la sangre del caballo.
Pellizcamiento: Esta prueba ya la descartan muchos veterinarios. Y también es conocida como “Test del pliegue de la piel”, y durante muchos años se ha utilizado para comprobar los niveles de hidratación del equino. Consiste en pellizcar al caballo, con un giro justo en la parte lateral de su cuello. En una situación normal, tras el pellizco la piel volverá a su situación normal de forma inmediata. Sin embargo si el pliegue persiste durante unos 3 o más segundos, podremos considerar que el caballo se encuentra deshidratado.
¿CÓMO SE TRATA Y SE PREVIENE?
Recuerda: La deshidratación se empieza a notar a partir de un 6%, o sea, que cuando notas que tu caballo está deshidratado, ya es demasiado tarde.
El caballo pierde electrolitos con el sudor. El correcto equilibrio de electrolitos en la sangre hace que el caballo tenga ganas de beber (entre otras cosas) pero si tiene un desequilibrio además de estar deshidratado, no tendrá ganas de beber.
Primero hay que intentar que beba agua, pero todos sabemos que puedes llevar al caballo al agua, pero no le puedes obligar a beber.
Si no consigues que beba, hay que buscar estrategias para hidratarlo.
A continuación os pasamos algunas estrategias que hemos recopilado para tratar y prevenir:
Pero antes que nada, debes consultar con un veterinario.
Asegurar que tu caballo tenga acceso a la sal. Puedes darle un bloque o añadir un cucharón de sal directamente a su ración.
Proporcionarle forraje mojado.
Cuando entres en una época de trabajo fuerte, puedes añadir electrolitos directamente a su pienso (en polvo o líquido, según lo que mejor coma tu caballo
Si tu caballo no come bien el pienso con electrolitos añadidos, puedes suministrarlos en jeringa.
Moja la ración de tu caballo o utiliza papillas con mucho agua. Puedes añadir electrolitos directamente a la papilla.
Cuando termines de montar, ofrécele a tu caballo agua con electrolitos directamente. Cuando el caballo bebe agua con electrolitos, sabemos que luego beberá más agua en las horas posteriores.

Golpe de Calor
Recordamos rápidamente que el golpe de calor, o shock térmico, es uno de los casos más graves de hipertermia. Se debe a un fallo en la termorregulación (temperatura interna) del caballo debido a las altas temperaturas o a un exceso de ejercicio físico.
El caballo es una especie homeotérmica: mantiene su temperatura corporal constante, independientemente del entorno externo. Cuando hace demasiado calor, el caballo puede bajar su temperatura de dos maneras:
Sudoración.
Dilatación de los vasos sanguíneos debajo de la piel (vasodilatación periférica).
Estos dos mecanismos ayudan a eliminar el calor hacia el exterior. Cuando estos mecanismos son insuficientes para bajar la temperatura se produce un golpe de calor.
CÓMO DETECTAR SI EL CABALLO SUFRE UN GOLPE DE CALOR
Respiración acelerada: El ritmo normal de respiración de un caballo es de 8 a 16 respiraciones por minuto. Las respiraciones se triplican cuando el caballo camina. El caballo intensifica su respiración para fomentar la ventilación pulmonar y rebajar el calor corporal.
Exceso de sudoración: Si bien es una forma efectiva de reducir la temperatura del caballo, también contribuye a su deshidratación.
Temperatura corporal elevada: La temperatura normal del cuerpo de un caballo es entre 37,5°F y 38,6°F. La temperatura de un caballo puede variar durante el día. Factores internos y ambientales pueden influir la temperatura del cuerpo. Cuando la temperatura llega a 38,8°F, el caballo tiene una fiebre baja.
Ritmo cardíaco alto: Lo normal es de 28 a 40 latidos por minuto en caballos adultos. El de potros recién nacidos es entre 80 a 120, potros más grandes entre 60 y 80, y potros de un año entre 40 y 60 latidos por minuto. Para determinar un ritmo de corazón más preciso, el caballo debe estar calmado, frío, descansado y relajado. Ejercicio, excitación, miedo y clima caliente pueden incrementar el ritmo del corazón. El ritmo del corazón de un caballo normal va a subir con estímulo o miedo por ejemplo, y va a bajar con la falta de estímulo. Un caballo enfermo puede tener un ritmo de corazón de 80 a 120 latidos por minuto por períodos largos.
¿CÓMO SE TRATA Y SE PREVIENE?
Ducha de agua fría, no lo mojaremos con una esponja (resulta mucho menos eficaz), ni con paños húmedos (que terminarán por darle más calor). Lo más adecuado es echarle directamente el agua fría a chorro, tras mojarlo esperaremos a que se seque un poco y volveremos a repetir la operación, así hasta que la temperatura del animal baje de 38ºC.
Colocar al caballo a la sombra y, a poder ser, en un lugar bien ventilado y si es posible, le pondremos un ventilador.
Darle de beber agua fresca (no helada).
Ante una elevada subida de la temperatura, optar por colocar bolsas de hielo o paños de agua fría en la cabeza del animal, para evitar la excesiva afluencia de sangre al cerebro.
En caso de que transcurrida media hora el caballo no haya bajado su temperatura corporal, es decir que:
¡Si el caballo no mejora, debemos llamar rápidamente al veterinario!
En periodos de calor, más vale prevenir. A continuación os pasamos una serie de consejos que hemos recopilado:
Comprobar que el caballo dispone de agua fresca a voluntad. Un caballo de 500 kg bebe unos 25/30 litros al día. Esta cantidad puede triplicarse en épocas de calor.
No dejar a nuestro caballo atado al sol durante largos periodos de tiempo.
Darle de beber regularmente, sobre todo durante el transporte, en los descansos durante los paseos, o entre las diferentes pruebas de un concurso.
Disponer de una piedra de sal, y en caso de sudoración excesiva, suplementar con electrolito. Para esto necesitaremos un tiempo de adaptación, ya que no les suele gustar…
Evitar el trabajo intenso y los viajes durante las horas más calurosas del día.
El caballo debe disponer de un refugio que le procure sombra y esté ventilado.
Esquilar los caballos con pelo largo y grueso.
Ducharlo después de trabajar.
Dar alimentos refrescantes: manzanas, sandía, zanahorias…, una o dos veces a la semana.
Esperamos que os haya gustado, ¡Gracias por leernos!
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