El caballo árabe, es una de las razas de caballos más inteligentes y con más resistencia física en el ámbito deportivo. Es por ello que en la antigüedad, se utilizaban los caballos árabes para las guerras, pero...
¿En qué se diferencian de los otros equinos?
Características físicas:
A diferencia de las otras razas de equinos, el caballo árabe es más pequeño y tiene una vértebra menos, la ausencia de la última vértebra permite que el caballo árabe levante la cola. Este aspecto le otorga un aspecto señorial, majestuoso y distinguido.
Los caballos árabes cuentan con 17 pares de costillas, 5 huesos lumbares y 16 vértebras caudales. Esta morfología tan particular (el resto de caballos tienen 18 costillas, 6 huesos lumbares y 7 vértebras) posibilita al animal cargar con jinetes más pesados que otras razas.
Físicamente, esta raza se caracteriza por tener una cabeza muy refinada de ojos expresivos, fosas nasales grandes y orejas pequeñas, así como cuerpos esbeltos y elegantes de formas perfectamente equilibradas.
Esta raza de caballos se caracteriza por tener una cabeza muy refinada, ojos expresivos, fosas nasales grandes y orejas pequeñas, además de disponer de un cuerpo esbelto y elegante de formas perfectamente equilibradas.
Gracias a que son más pequeños que la media de los caballos de otras razas, son muy ligeros, por lo que se dice que es un caballo capaz de “volar sin alas”.
Además, su cola y su crin son extremadamente suaves.
Comportamiento y carácter:
Los caballos árabes, destacan por su carisma y buen temperamento, además, les gusta la compañía humana, por lo que son perfectos para los niños, pese a ser de sangre caliente.
Durante siglos, los caballos árabes vivieron en el desierto en asociación cercana con los humanos.
Los caballos árabes son hoy una de las pocas razas en las que la United States Equestrian Federation permite que niños monten sementales en eventos competitivos limitados a jinetes menores de 18 años.